El ciclo Una ventana al cielo, que nació con la adquisición del telescopio hace unos 4 años vivió una experiencia tan inédita como exitosa.
Por primera vez el telescopio de la Secretaría de Cultura y Educación Ciudadana abandonaba el casco céntrico.
Se hicieron avistajes anteriores en el patio del CCM, en la estación del ferrocarril y en alguna avenida.
Este nuevo paso significó llevarlo a los límites de la ciudad para evitar la excesiva contaminación lumínica.
El Aeropuerto en un día feriado estaba colmado, a ese público ya instalado en el lugar se fueron sumando quienes gustan de los avistajes astronómicos.
Como siempre estuvimos acompañados de los telescopios de Germán y Maxi, los muchachos de Orion Astronomía.
El dúo y sus respectivos lentes fueron quienes iniciaron el avistaje del sol y la luna.
Siguió con el ocultamiento del disco solar la posibilidad de ver a Venus.
Ya sin luz natural y ante una concurrencia importante se pudo apreciar a Júpiter y Saturno dos de los planetas más reconocidos del sistema.
Familias, adolescentes y aficionados se trasladaron por la ruta provincial 28 hasta el Aeropuerto para acompañar a una actividad que crece incesantemente.