La tarde caía y los preparativos se aceleraban. Distribuir silla, libros, carteleras de fotos y banderines. Se montaba la escenificación para celebrar a la poesía. Las luces empezaban a teñir la oscuridad cuando el 1° Recital de Poesías de las Lectoras Voluntarias del Plan de Lectura Municipal tomó vuelo en las palabras.
La avenida 33 entre 20 y 22 fue el sector elegido, llenos de viandantes sorprendidos por el espectáculo inusual.
Hubo lecturas, recitados, canciones y un cierre magnífico con Nazareno Altamiranda tocando en violonchelo a Bach y Gabrielli.
La reunión convocó a casi la totalidad de lectoras voluntarias que desde hace medio año comparten experiencias formidables en distintos sitios de la ciudad.
Una fiesta de la palabra, de la música y de la satisfacción maravillosa de leer para otros.
El primer recital se acaba. Y otro empieza a tejerse para exaltar a la primavera que se avecina.