Las restricciones exigidas por la pandemia que dividió a los jardineritos en 2 burbujas y el doble turno del Jardín llevaron a 4 las visitas lectoras al céntrico jardín saenzpeñense de la calle 9.
Es el último de nuestro encuentro allí. Alicia, una de nuestras lectoras voluntarias, va por la décima adivinanza. El salón es un fiesta de bullicios y alegría, los niños se anticipan lúcidamente y las descubren antes de que termine de leerlas. Hasta que llega una : » Siempre colgado en su cuello, soy el collar del doctor / Cada vez que él te revisa, yo escucho tu corazón «. Nuestro mundo adulto supone que la respuesta será imposible. Estetoscopio es difícil de repetirlo rápidamente hasta para cualquiera de nosotros.
Se hace un breve silencio, parece que sacar esa palabra les será imposible nomás. Hasta que de atrás una vocecita se eleva y dice: ¡¡el LATIDOR!!
La gracia de la inventiva nos hace estallar de ternura. Una nueva y exquisita anécdota se suma a nuestra mochila lectora. Eso es el Plan de Lectura Municipal, un encuentro amoroso entre las lectoras y sus pequeños escuchas. Un ida y vuelta de afectos y atención. Una experiencia inolvidable para ellos y también para nosotros.